¡Socorro: mi hijo juega con la comida y no me come!

Rechazo alimentario: ¿qué hacer?

Tranquila, ningún padre se libra de este fenómeno: preparaste un plato con todo el amor del mundo y tu hijo se niega por completo a probarlo. ¡Qué decepción! Es normal que, como buena madre que eres, te entristezcan los "nooo", "no-guta" y otros "no quiero".

No te culpabilices por ello. El secreto para atravesar este periodo de la forma más tranquila posible es separar amor y educación, alimentación y afecto.

¿Qué quiere decir "no-guta"?

Hacia los 18-24 meses, el niño empieza a establecer su personalidad. Si se da cuenta de que sus "no" pueden contigo, no dejará de utilizarlos en su beneficio.

Esta fase, denominada "fase del no", es totalmente normal en el desarrollo psicomotriz de cualquier niño. En este periodo decisivo, el bebé también tiene ganas de explorar y jugar, lo que puede contribuir a su rechazo hacia la comida.

¿Todos los niños son iguales a los 2 años?

Lo has comprobado hablando con las amigas: los niños de dos años suelen mostrar similitudes en sus preferencias alimentarias, como:

• Atracción por sabores dulces y suaves antes que muy pronunciados.
• Apetencia por la pasta, el arroz y las papas.
• Poco interés por las verduras.
• Resistencia a probar nuevos alimentos.

Esta fase, conocida como "neofobia alimentaria", es común y suele desaparecer entre los 6 y 7 años. Así que, ármate de paciencia y recuerda que todas las madres han pasado por lo mismo.

Empiezo a conocer sus gustos y su apetito

La fase del "no" y la neofobia alimentaria no explican todos los rechazos. ¿Y si resulta que un día el niño simplemente no tiene hambre? El apetito varía de un día a otro, y factores como el cansancio o la salida de los dientes pueden influir en su deseo de comer. No te preocupes, el niño se alimenta según sus necesidades.

¿Algún consejo para dominar a mi pequeño "terremoto"?

Cuando el bebé decide plantarse y cerrarse a probar nuevos alimentos, es importante no entrar en pánico. Mantén principios claros: evita el chantaje y la intimidación. Debes ser firme y coherente, y si no quiere comer, simplemente ofrécele agua hasta la próxima comida. Con el tiempo, aprenderá que debe hacer concesiones.

Otra estrategia es evitar el chantaje afectivo. Tu bebé no come para "agradar" a nadie; lo hace porque es una necesidad vital. Si le pides que pruebe algo, felicítale por hacerlo, incluso si no le gusta.

Preparando un ambiente de comida tranquila

Para no distraer a tu pequeño "juguetón", apaga el televisor durante las comidas y retira los juguetes. Enséñale a concentrarse en los colores, texturas y sabores de los alimentos.

Ofrece pequeñas porciones y presenta los platos de forma divertida, utilizando utensilios coloridos que animen al niño a comer.

Las señales de hambre y satisfacción de tu bebé

Señales de hambre de 6 a 7 meses

Reconocer las señales de hambre y satisfacción es clave, ya que la barriga de tu bebé es pequeña. Las señales de hambre incluyen:

• Llorar o irritarse cuando quiere leche o alimentos.
• Intentar tomar cucharadas de alimento.
• Abrir la boca y inclinarse hacia el tazón.

Consejo principal: No obligues a tu bebé a comer más de lo que desea. Respeta su capacidad para saber cuándo está satisfecho.

Señales de satisfacción de 8 a 12 meses

Las señales de satisfacción son igualmente importantes. Tu bebé puede mostrar que está satisfecho al:

• Voltear la cabeza cuando se le acerca la comida.
• Cerrar la boca firmemente.
• Alejar el tazón o cualquier alimento.

Consejo principal: Ofrece alimentos saludables y permite que tu niño decida qué y cuánto quiere comer.

Enfrentar el rechazo alimentario puede ser un desafío, pero con paciencia y estrategias adecuadas, puedes ayudar a tu hijo a desarrollar hábitos alimenticios saludables.

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¡Juntos podemos hacer de la hora de comer una experiencia positiva y enriquecedora para toda la familia!