El desarrollo integral del bebé: nutrición, habilidades y actividad física

Desarrollo psicomotor del bebé

El desarrollo psicomotor es diferente en cada niño, sin embargo, habitualmente se presenta en el mismo orden. Generalmente, el desarrollo avanza de la cabeza a los pies, comenzando con la funcionalidad de la cabeza y las manos antes que las piernas y los pies.

La alimentación juega un papel crucial en el desarrollo psicomotor, ya que una nutrición inadecuada puede tener muchas consecuencias. La desnutrición grave puede afectar seriamente al cerebro, resultando en un bajo rendimiento mental tanto en épocas tempranas como en la edad escolar.

Se han evidenciado similitudes significativas entre la alimentación y el estado de nutrición de la madre durante el embarazo y el progreso psicomotor del niño. Por ello, es vital suministrar los nutrientes necesarios para el adecuado desarrollo del bebé.

Habilidades que debe tener el bebé según la edad

Bebé recién nacido

• Mueve sus extremidades mientras está despierto, puede apretar las manos y emitir gritos o llorar para comunicar lo que quiere.

1 mes

• Levanta la cabeza, responde a los sonidos y observa los rostros.

2 meses

• Vocaliza sonidos, sigue objetos con la mirada y mantiene la cabeza erguida por cortos períodos.

3 meses

• Ríe, mantiene la cabeza levantada por momentos y reconoce la cara de los padres y su olor.

4 meses

• Mantiene la cabeza firmemente levantada y responde con sonidos cuando se le habla.

5 meses

• Distingue colores llamativos, se da vuelta y puede jugar con sus manos y pies.

6 meses

• Voltea su cabeza al escuchar sonidos y voces, imita sonidos, puede controlar con firmeza su cabeza y hacer burbujas con su saliva.

7 meses

• Se sienta sin apoyarse, trata de pronunciar palabras y puede acercar objetos.

8 meses

• Puede decir las vocales de algunas palabras como mamá o papá, comienza a gatear y puede pasar objetos de una mano a otra.

9 meses

• Puede pararse sostenido y combina sílabas tratando de expresarse.

10 meses

• Puede mover la mano para decir adiós, utilizar sus dedos en forma de pinza para agarrar cosas, gatea y camina con ayuda.

11 meses

• Dice mamá o papá y se para solo por períodos cortos.

12 meses

• Presta atención a lo que hacen las personas a su alrededor, balbucea y hace gestos para expresar lo que quiere.

Educación física para los bebés

La postura del "happy baby"

Los bebés tienen una energía inagotable y su libertad de movimiento es esencial en todas las etapas de su desarrollo. Moverse y avanzar permiten al bebé descubrir su cuerpo y el mundo, aumentar su destreza, precisión y capacidad para interactuar con los objetos, además de desarrollar formas de comunicación antes de adquirir el lenguaje.

Las posturas naturales del niño son muy diferentes de las nuestras, restringidas por años de educación del cuerpo. Una postura importante de yoga se llama "happy baby", que redescubrimos al hacernos mayores.

Los bebés espontáneamente gritan y arman jaleo porque no saben controlar el tono de voz, pero podemos recurrir a esta manifestación primaria para rebajar las tensiones de nuestra vida adulta.

No hagas esto, no hagas lo otro

Hoy en día, se tiende a dejar a los bebés explorar el mundo con bastante libertad, sin limitar demasiado su movilidad. Durante mucho tiempo se impidió a los bebés arrastrarse o gatear, animándoles a caminar lo antes posible.

Aún en los años 60, la educación física de los bebés formaba parte de la Pediatría, con prohibiciones como chuparse el pulgar, usar la mano izquierda o explorar ciertas habitaciones de la casa.

Pequeños camaleones

En momentos de comida, los bebés que lloran más suelen recibir prioridad. Alrededor de los 10 meses, todos los bebés lloran al mismo tiempo para hacerse oír.

La comunicación no verbal puede consistir en mordiscos o arañazos para apoderarse de un juguete. Los adultos deben explicar repetidamente la importancia de compartir, aunque los niños no sepan hablar todavía.

Prohibiciones y reglas

La acción de la sociedad sobre el cuerpo de los bebés y niños pequeños es inevitable y varía en todas las culturas. En Japón, por ejemplo, se aprenden gestos protocolarios desde muy pequeños.

En algunas sociedades tailandesas, se deja a los bebés tocar objetos peligrosos confiando en sus facultades naturales. Las prohibiciones y reglas varían considerablemente de una cultura a otra.

Bebés deportistas

No es nuestra intención someter a los bebés a un entrenamiento físico, pero podemos hacerles practicar actividades divertidas y adecuadas para su desarrollo. Por ejemplo, ir a la piscina es una actividad que los bebés pueden practicar desde los 4 meses, aportándoles concentración, capacidad de percepción y coordinación, confianza en sí mismos y en los demás, independencia y efectos beneficiosos para el sueño y el bienestar general.

El yoga para bebés es otra opción, proporcionando relajación, mejora del descanso y ayuda con problemas digestivos. Existen programas como "Baby Builders" para estimular el desarrollo del bebé, pero lo importante es encontrar el equilibrio entre la libertad física de los niños y lo que nosotros somos capaces de afrontar.

Ejercítate con tu bebé

Estimular al bebé favorece su desarrollo y capacidades de gatear, sentarse, caminar y mantener el equilibrio. Los padres también pueden aprovechar para hacer ejercicio y liberar tensiones.

Incentivar la práctica del ejercicio desde los primeros meses de vida puede traer beneficios como músculos y huesos más fuertes, mejor control del peso y grasa corporal, y mejor actitud.

Ejemplos de ejercicios que se pueden realizar con los bebés incluyen explorar el entorno, colocar objetos atractivos, jugar con ellos, estirarles los brazos o las piernas, hacerles masajes, enseñarles a girar y tocarse diferentes partes del cuerpo.

Incorporar bolas y juguetes que deban ser empujados o tirados también propicia el movimiento. El contacto con los padres en estos espacios afianza su relación y ayuda a adoptar la práctica de realizar de 30 a 60 minutos diarios de ejercicio en los años venideros.

El desarrollo integral del bebé abarca nutrición adecuada, habilidades psicomotoras y actividad física. Al fomentar estos aspectos, aseguramos un crecimiento saludable y equilibrado.

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